INVESTIGACIÓN REALIZADA EN LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO “BENEDICTO XVI” IMPACTO DEL ELECTROSMOG EN SERES VULNERABLES A LA RADIACIÓN, TRUJILLO – PERU 2019
INTRODUCCIÓN
Realidad y problemática El
“electrosmog” o polución por radiaciones de campos electromagnéticos define un
tipo de contaminación invisible y omnipresente que parece ser, o así lo
sostiene una parte de la doctrina, la causa oculta de muchas dolencias
inexplicables para los médicos, al tratarse de un tipo de contaminación que
invade día y noche nuestro hábitat, cuyos efectos reales son desconocidos, al
existir numerosos estudios contradictorios en la materia.
En principio, se puede
afirmar que existe una adaptación anatómica y estructural a aquellos campos
electromagnéticos externos provenientes de emisores naturales como el sol o el
campo magnético terrestre, al constituir éstos los únicos a los que los seres
vivos, en su desarrollo y procesos de adaptación al medio, han estado
sometidos. Sin embargo, el descubrimiento de las leyes de la electricidad y el
magnetismo han propiciado, desde principios del siglo XIX hasta la actualidad,
la creación y desarrollo de tecnologías, fundamentadas en las mencionadas
leyes, que han promovido una transformación radical de nuestro entorno y
hábitos de vida: desde la utilización de la electricidad para la iluminación y
calefacción de nuestras viviendas, hasta el funcionamiento de la práctica
totalidad de las fábricas y empresas, pasando por la evolución de los medios de
transporte y comunicaciones. El uso de los campos electromagnéticos forma hoy
parte de nuestra vida cotidiana.
La pregunta suscitada hace
varias décadas, y que cada día cobra mayor relevancia por la percepción social
de un posible riesgo, es si el constante y abrumador uso de aparatos basados en
la electricidad, así como los medios para producir y transportar la energía
eléctrica, influyen en nuestro entorno de un modo negativo, y si esa influencia
puede llegar a afectar a la salud humana. Es decir, hasta qué punto el uso
indiscriminado de aparatos relacionados con el electromagnetismo puede afectar
al desarrollo ordenado de la vida en el planeta, contaminándolo de forma
irreversible, al haberse puesto en circulación en breve espacio de tiempo una
enorme cantidad de nuevas emisiones electromagnéticas de diversas frecuencias y
tipos de onda a las que los seres vivos no se encuentran adaptados.
La preocupación por la salud
humana y los factores que pueden influir en ella ha hecho que, desde los años
sesenta, se hayan llevado a cabo multitud de estudios encaminados a determinar
si la exposición a los campos eléctricos y magnéticos generados por las
instalaciones eléctricas podría suponer algún tipo de riesgo para la salud. En los últimos años esta preocupación se ha
extendido a todo el espectro de radiaciones electromagnéticas no ionizantes
(RNI, de 0 Hz a 300 GHz), sobre todo en las personas vulnerables que
utilizan equipos de uso cotidiano, como los electrodomésticos o los teléfonos
móviles y sus antenas de estaciones base instaladas en las azoteas de los edificios.
La información que en la
actualidad poseemos sobre los efectos biológicos de las exposiciones a
radiaciones no ionizantes es todavía limitada e incompleta. Debido a la presión
social, e incluso política, determinados países y organismos científicos
internacionales han creído conveniente establecer algún tipo de normativa sobre
exposición a los campos electromagnéticos. En muchas ocasiones dicha normativa
ha sido establecida simplemente para tranquilizar a la población, que demandaba
de la Administración una respuesta clara y concisa a la pregunta de si estaban
expuestos a niveles de campo potencialmente peligrosos.
FINALMENTE:
La opinión pública en los
países avanzados está muy sensibilizada con los temas de salud y medioambiente
(programas de radio, televisión, publicaciones, etc.), creándose una nueva
forma de “percepción social del riesgo” asociado a la exposición a los campos
electromagnéticos (CEM), como agente potencialmente peligroso para la salud.
Además, esta percepción del riesgo se verá matizada por la imposibilidad
fáctica de evitarlos, lo que se conoce como “riesgo impuesto”, ya que están en todas partes y no notamos cuando
nos encontramos en su presencia.
Esta preocupación ciudadana
queda reflejada en el último Eurobarómetro, en el que aparecía el riesgo de los
campos electromagnéticos (CEM) sobre la salud, como uno de los primeros motivos
de intranquilidad, temor de la población española. Ante la existencia de una
presión social, recelosa por los desacuerdos observados en las publicaciones
científicas, el Ministerio de Sanidad y Consumo publicó, con lo que se conocía
en ese momento, el Informe Español Campos Electromagnéticos y Salud Pública
(2001), primer documento en el que se da la información necesaria, objetiva y
rigurosa para combatir la información alarmista, cargada de inseguridades,
proporcionada en prensa divulgativa, que contribuye a crear un clima de rechazo
y desconfianza (Byrne, 2001).
El Electrosmog en otras
palabras define la Niebla de contaminación electromagnética en la que estamos
sumergidos ya que, conforme pasa el tiempo, esta se transforma en una niebla
cada vez más densa, aunque totalmente invisible, inodora e insípida.
Existen una gran variedad de
posturas en relación al entorno electromagnético: para algunos, el entorno de
radiación no supone ningún problema e incluso es deseable por las ventajas y
comodidades que ofrece la tecnología; mientras otros buscan alejarse al máximo
de cualquier radiación artificial o natural que pueda ser patógena. Otro grupo
de interesados, sin querer renunciar a las bondades del desarrollo tecnológico,
buscan tecnologías que generen el menor campo electromagnético posible, y
fomentan el uso de las tecnologías de forma racional y responsable, tomando
precauciones en el tiempo de uso y cercanía a la fuente de radiación; mientras
que otros muestran interés por ordenar el espacio electromagnético para
construir una sinfonía útil y agradable a nuestros organismos.
Existen organismos
internacionales que se encargan del estudio de los efectos de las radiaciones
ionizantes y no ionizantes sobre la salud, y recomiendan unos límites de
exposición máximos, siendo estas recomendaciones no aceptadas por la totalidad
de la comunidad científica, que responden con unos fundamentos y límites de
exposición más restrictivos.
De este modo surge un
mercado basado en el apantallamiento de las radiaciones electromagnéticas que
deja de estar relegado al ámbito hospitalario, militar o industrial para
hacerse paso en el ámbito residencial de los ciudadanos comunes.
El
objetivo del apantallamiento es reducir al máximo la cantidad de energía
electromagnética que se genera en un espacio o que llega a él, mediante el uso
de determinados materiales con propiedades especiales, o mediante la
intervención en la fuente de emisión.
Otros en cambio abordan la
solución a la contaminación electromagnética desde la armonía de las formas en
la propia arquitectura, desde el espacio fractal o los campos de torsión. Pues
la arquitectura como vehículo, como plataforma de despegue del ser humano, es
algo manejado desde antiguo. Se conoce que ciertas arquitecturas fueron
diseñadas para el desarrollo interno de los seres y para la comunicación con el
Universo. Entre ellas encontramos los monumentos megalíticos, las pirámides,
las catedrales, las iglesias románicas, etc., cuyas funciones incluían las de
elevar la consciencia de los seres humanos, a través su geometría, localización
sobre la tierra, simbología, orientación respecto de los puntos cardinales y
las estrellas, etc.; sólo por el hecho de permanecer en ellas o 9 recorrerlas
de forma específica se producían transformaciones internas en las personas.
Ahora la ciencia comienza a descubrir la lógica que subyace, las fuerzas
invisibles que crean la forma, la materia, y nos recuerdan de dónde venimos y a
dónde vamos. Estas fuerzas invisibles, ondas electromagnéticas, portan
información con capacidad de interactuar con nuestro planeta y sus habitantes.
FINALMENTE:
Tampoco se pretende
calificar a la tecnología y a la contaminación electromagnética como totalmente
negativa pues siendo realistas, su uso ha ayudado significativamente a los
países desarrollados y en vía de desarrollo tanto en mejoras socioeconómicas
como en el avance industrial y el impulso de las comunicaciones; pero aun así
con la investigación se pretende aportar nuevos conocimientos sobre el riesgo
al que estamos sometidos y así dar inicio a una conciencia ciudadana la cual
será base para afrontar este problema que también es de índole internacional.
FUENTE:
https://drive.google.com/file/d/1Zz-MYZHuK656SjRubMTntM3zGKFO4_8H/view
ESTUDIOS E INVESTIGACIONES RELACIONADOS
LA
CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA EN LA CIUDAD DE CHICLAYO
http://revistas.uss.edu.pe/index.php/tzh/article/view/58/57
LA CONTAMINACIÓN
AMBIENTAL SILENCIOSA EN LA CIUDAD DE JULIACA
EL EFECTO DE LA EXPOSICIÓN CONTINUA DE BAJA INTENSIDAD A CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS DE ESTACIONES BASE DE RADIO SOBRE LA MORTALIDAD POR CÁNCER EN BRASIL
https://www.mdpi.com/1660-4601/18/3/1229/htm?fbclid=IwAR0_yD1TJRHaXzzz0tpJp9UyP_2ceYXV6tEtuekXvagdZz-C994S52oMSJM
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